miércoles, 22 de abril de 2009

El saqueo de Nigeria por la multinacional petrolera Shell.


Parte del mundo vivió estremecida durante los largos meses que transcurrieron desde la detención, en el año 1994, de Kenule B. Saro Wiwa hasta su ejecución el 10 de noviembre de 1995. Junto con otros ocho compañeros, el polifacético ciudadano nigeriano Saro Wiwa, nacido en 1941, escritor, profesor universitario, funcionario de la administración y empresario, moría a manos del ejército de su país condenado por multitud de cargos relacionados con su defensa del pueblo ogoni contra la devastación causada por las explotaciones petroleras de la europea Royal Dutch Shell y la local Nigerian National Petroleum Corporation.


Ken Saro Wiwa nació en el estado de Rivers, Nigeria. Estudió en las universidades de Umuahia e Ibadan, y trabajó como profesor en las universidades de Ibadan y Nsukka hasta el inicio de la guerra de Biafra, en 1967. Tras un periodo en el Ministerio de Educación, empezó a trabajar como empresario independiente en 1973.

Tuvo una dedicación literaria constante, y era comentarista de prensa, radio y televisión. Pero fue a partir de 1989 cuando dio un giro definitivo a su vida y pasó a dedicarse en exclusiva a la defensa de los ogonis, comunidad de la que formaba parte. Desde que en 1958 la petrolera holandesa Shell entró en Nigeria y se instaló en el territorio tradicional de los ogonis, la degradación ambiental les hizo perder toda posibilidad de continuar con sus actividades productivas, sin beneficiarse a cambio de ninguna manera de la riqueza generada por la industria petrolera.

Ken Saro Wiwa, a través del Movimiento para la Sobrevivencia del Pueblo Ogoni (MOSOP), comienza una campaña de denuncia que cobra rápidamente un eco indeseado en el gobierno militar. El Movimiento redactó una Carta de Derechos en que reclamaba autonomía política dentro de la federación nigeriana y una redistribucion justa de los recursos de su territorio que revierta en el desarrollo propio. El Movimiento cobra fuerza en su campaña política y en sus exigencias de que la industria petrolera inicie de inmediato la descontaminación del territorio, y su primera gran manifestación se celebra en enero de 1993 sin que se produzca ningún herido. La situación se fue haciendo tensa, la Shell se ve incluso obligada a cesar su actividad en territorio Ogoni, y Saro Wiwa es detenido en dos ocasiones en abril de 1993. En junio de ese mismo año se le retira el pasaporte para evitar que acuda a Viena a un encuentro internacional de movimientos de defensa de los derechos humanos. El 21 de junio es de nuevo detenido junto con otros dos miembros destacados del MOSOP, momento en que Amnistía Internacional lo declara preso de conciencia y comienza una campaña para exigir su liberación. Se presentaron, un mes después, seis cargos contra los tres detenidos por asociación ilícita, intento de sedición y publicación de material sedicioso. Amnistía Internacional aclara en su campaña, asimismo, que nunca habían hecho uso ni apología de la violencia en su defensa de los ogonis.

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